Aunque pueda parecer desafiante realizar exámenes en edades tempranas, es perfectamente posible y altamente recomendado. En este artículo, explicaremos cómo es posible llevar a cabo la evaluación oftalmológica en bebés y niños pequeños, y por qué es de vital importancia para garantizar una visión saludable para el resto de la vida.
Evaluación mediante técnicas especializadas:
El oftalmólogo pediatra cuenta con técnicas y equipos especializados que le permite evaluar los ojos de bebés y niños pequeños de manera precisa y segura. Entre las técnicas utilizadas se incluyen el examen de la respuesta pupilar, la evaluación de la motilidad ocular o balance muscular, evaluación de segmento anterior con lámpara de hendidura, refracción ciclopléjica y medida de vista en niños preverbales, evaluación de fondo de ojo con el oftalmoscopio indirecto. Estas herramientas permiten al especialista obtener información valiosa sobre la salud ocular del niño, incluso cuando no pueden comunicarse verbalmente.
Exámenes no invasivos y sin dolor:
Los exámenes oftalmológicos en bebés y niños no son invasivos y no causan dolor.
El oftalmólogo pediatra siempre buscara la cooperación del niño, entablando conversación, buscando un equilibrio entre las preferencias médico-niño y explicándole los procedimientos, a fin de mantenerlo relajado y calmado. Es un acto de trabajar juntos médico y niño con la finalidad de obtener información valiosa de una forma mucho más sencilla.
Si embargo, en niños más pequeños, pueden existir más de un grito o llanto, los oftalmólogos de niños están familiarizados con esto, porque comprenden que el llanto del niño es una queja natural en esta edad al ser examinados por alguien extraño y no una consecuencia de algún dolor que pueda percibir el niño.
Se utilizan métodos que no requieren la cooperación activa del niño, como el uso de luces, imágenes o cartas visuales. Estos exámenes son rápidos y seguros, y se llevan a cabo en un entorno cómodo y amigable para los niños.
Prevención de complicaciones a largo plazo:
La evaluación oftalmológica en bebés y niños pequeños también ayuda a prevenir complicaciones a largo plazo. Al identificar y tratar afecciones oculares en etapas tempranas, se pueden evitar problemas más graves en el futuro, como la ambliopía (ojo vago) o el retraso en el desarrollo visual. Un diagnóstico y tratamiento oportunos permiten a los niños alcanzar su máximo potencial visual.
En Alinea Visión recomendamos que se realice la evaluación oftalmológica en bebés y niños pequeños. A través de técnicas especializadas, exámenes no invasivos y sin dolor, nuestros profesionales especializados en oftalmopediatría pueden evaluar la salud visual de los pequeños en etapas tempranas de la vida.
No subestimes la importancia de la evaluación oftalmológica en los primeros años de vida de tu hijo, ya que es un paso crucial para asegurar una visión saludable y un desarrollo visual óptimo en el futuro.